
El 13 de mayo del año que viene, Adelaida Ferreyra cumplirá 49 años en la gastronomía. Para ella, todo comenzó con “la famosa cantina del Tuca Manzi; allí estábamos con otros empleados”, recuerda.
En realidad, de joven, arrancó trabajando de niñera, pero el rubro fue cambiado al poco tiempo.
Junto a Adelaida, su esposo, el “Negro”, oficiaba siempre de mozo. Con cariño recuerda las viejas épocas de la cantina del “Tuca”, porque “hay muchas anécdotas de cosas que pasaron; los patrones eran muy compañeros”.
Después de la “Cantina”, el destino llevó a Adelaida a Tiro Federal, durante unos meses, y luego a “La Taberna del Sol”. Finalmente, el recorrido culmina en Sociedad Italiana, y “siempre en familia”.
Los tiempos que corren son complicados
“Los gastos fijos, el alquiler y la energía te matan. El día a día está muy feo para todos”, apunta visiblemente emocionada Adelaida a Buenos Días Región.
“Me cuesta muchísimo y me duele en el alma”, afirma la histórica cocinera.
En el trajín diario, los platos ofrecidos son de lo más rico, simple y variado: “nos piden tortilla, omelettes, ensaladas, pastas; un cliente de los sábados, pide siempre bondiola de cerdo”. En la semana se “trabaja mucho con las viandas”, destacó.
El por qué del amor a la cocina
“Yo entré a la Cantina del Tuca de niñera, así que siempre iba a mirar las chicas que estaban ahí, y aprendí a cocinar sin ir a ningún lado, mirando libros también”.
Afortunadamente para ella, desde lo gastronómico, le ha tocado atender a personajes como Soledad, Abel Pintos, Jairo o Sergio Denis, entre otros.