Años atrás, esas viviendas de barrio Arsenal fueron objeto de daño: les rompieron el durlock, ventanas y vidrios. Con el tiempo, hasta las robaron aberturas y cables.
“Faltaron inodoros y hasta herramientas de la gente que estaba trabajando”, explicó Ariel Franco, quien indicó que se radicaron varias denuncias por esos delitos.
Hace unas dos semanas “robaron cables y unas persianas”, agregó Franco, quien asegura conocer a los autores de los robos: “hay testigos”.
El chico que robó “vive acá cerca, a media cuadra”, detalló Franco, quien también reclamó a familiares de menores sustractores y no tuvo respuesta.
Franco está como encargado de las viviendas en Morteros, ya que las mismas son edificadas por una empresa constructora de Monte Maíz.
Asevera que, para reconstruir lo destruido, ya gastó casi unos 200 mil pesos.
Franco tomó contacto con la Policía, peor no pudo hacerlo con Fiscalía: “hasta ahora no hubo allanamientos”.
Los padres de los chicos que roban “no se hacen cargo y el problema sigue”, destaca.
Ariel agrega que hace una semana, una menor de edad le sustrajo el teléfono celular a uno de los obreros que construye en el lugar.
Las viviendas son dos y se ubican sobre calle Pringles, casi esquina con Chile, en barrio Arsenal.