El espacio físico pertenece a Carlos Giustina y se ubica sobre calle Eva Perón, en barrio Sucre.
El o los desconocidos ingresaron al lugar por una pequeña ventana y “llama mucho la atención el procedimiento, porque justo entraron a una cocina del taller que no tiene cámaras ni alarma”.
Del lugar se llevaron una notebook y zapatillas deportivas. También sustrajeron bebidas desde una heladera.
“La verdad es que fue muy raro, pero no quiero imaginarme nada, más que la mala suerte que me tocó”, lamentó Carlitos en AM 1530.
Entraron “justo por un punto ciego”, resaltó Giustina, ya que el sector cuenta con varias cámaras de vigilancia.
El hecho delictivo fue comprobado ayer martes y el damnificado ya radicó la denuncia en sede policial.
Además, ayer mismo, el damnificado encontró un bolso (elemento sustraído) en un lote baldío. “Estaba escondido, como que lo han dejado para buscarlo en otro momento”, indicó.
“Hay huellas chicas en la pared, así que tiene que haber sido alguien chico”, agregó.