
La situación se registró en un domicilio de calle Alvear, en barrio Urquiza. Personal policial había ingresado porque habían recibido un llamado dando cuenta de corridas en los techos del sector.
“En la madrugada no sentí en ningún momento que me hayan golpeado las manos, porque estábamos durmiendo”, relata Analía, quien indicó que eran las 2:45 de la mañana.
“Siento que prenden la luz del comedor y luego la de la cocina”, agrega la mujer. Junto a su esposo se levantaron y comprobaron que en el interior estaba personal policial y de seguridad ciudadana.
Momentos antes, la Policía había recibido un llamado al 101, mediante el que daban cuenta de un sospechoso circulando por los techos.
Personal policial saltó las rejas del frente e ingresaron al domicilio, teniendo en cuenta que la puerta estaba entornada.
“Me llama la atención que entraron dentro de mi casa sin una orden”, señaló.
El ingreso de la Policía tuvo una argumentación
En diálogo con AM 1530, el comisario Gaspar Bazán explicó: “personal policial y de vigilancia hizo un control de viviendas y baldíos, no encontraron a nadie y se levantó el control; en inmediaciones observan una puerta abierta y el personal decide controlar, golpean las manos y uno, en nuestra función, siempre tiene que presumir lo peor”.
“Usando el criterio, se controló el domicilio y, afortunadamente, no pasó a mayores”, completó el funcionario policial.
En esas circunstancias “se daba a entender que alguien podría haber ingresado y algo podría haber estado ocurriendo; afortunadamente estamos hablando de gente que estaba durmiendo: se prendió la luz, se pidió disculpas y se retiraron”, cerró.