El merendero de barrio Roca funciona martes y jueves: “al terminar los entrenamientos, los chicos vienen a recibir su leche y los criollitos”.
Tras la práctica de fútbol, alrededor de la hora 18 se congregan los niños en torno a la mesa. La mayoría pertenecen al barrio. “Terminan de practicar y se vienen corriendo, están con los profes y comparten, son felices”, destacó Nerina Zabala.
“Ojalá vinieran todas las mamás a colaborar”, anheló Nerina, quien remarca que es un pedido que siempre hacen, ya que son solamente cuatro las que se van turnando para atender a los chicos.
“Ellos desean tomar esa leche y es necesario que la tomen”, remarcó Patricia Peralta desde la Vecinal. Están contenidos y “aprenden a compartir”, afirmó.
Ambas agradecieron la colaboración de vecinos, comercios, del Municipio y de la Cooperativa.