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Nacido en Santa Fe capital y criado en Alejandra, Hugo “Colo” Díaz siempre vinculado a la música, amante de todos los instrumentos, pero excepcionalmente de la guitarra, fue convocado en la mañana de AM 1530.
“Llegué a Morteros después del tornado, me dediqué siempre a la música, al chamamé, acordeón y guitarra” comentó en el móvil.
Autodidacta, guitarrero agregó como relato “Me acuerdo que iba a los bailes, a ver a los músicos tocar, no a presumir. Aprendí a tocar de oído la guitarra.”
De pequeño se ingenió la confección de la guitarra “Ataba con hilo perlé a la tablita de cajón de manzana, simulando a una guitarra”.
Siempre tuvo excelente voz, apuntan los oyentes, mientras realiza la entrevista.
“Siempre me marqué los tiempos solos, en la mayoría de los casos toqué solo, como guitarrista de boliche. Toqué con Luna, Molina y con Cachete Flores, cuando tocábamos sabíamos que íbamos a hacer”.
La vida en la región, lo llevó al campo por Villa Trinidad, tratando de fusionar las experiencias que tuvo en Rosario, Buenos Aires y en Santa Fe.
En la actualidad la pandemia lo distanció de sus actuaciones y lo preservó de la presencialidad “Ya no es como antes, las reuniones fueron mermando y yo no salía mucho. La música me vinculó con todo. No es lo mismo un cantor de boliche, que de festival”.
La adrenalina que le genera la comunicación directa con los que escuchan su interpretación en la cercanía lo estimula “Si hay 50 personas y te aplauden 5, para mi es una locura, muy contentísimo. La música para la comunicación es una barbaridad” concluye, mientras un amigo de guitarreadas pasa y lo saluda espontáneamente.
Son historias y personajes que cobran visibilidad, revalorizando el contexto de un pasado que formó parte de nuestra infancia y adolescencia. GRACIAS COLO, por tu talento.
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