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Según La Voz de San Justo, el efectivo J.L. fue detenido el pasado viernes por orden del fiscal Ávila Echenique, por el delito de “concusión”, que refiere a que el funcionario en uso de su cargo, hace pagar a una persona una contribución como contra prestación ilegal.
La maniobra que aplicaba “cuando alguien llegaba a denunciar un delito, utilizando un léxico amigable, lograba entrar en confianza con la víctima a la que terminaba solicitándole dinero, argumentando estar mal económicamente y tener problemas familiares. Habría cobrado $ 3.000 por cada denuncia que recibía en la dependencia policial”.
La investigación comenzó semanas atrás y el Tribunal de Conducta Policial de la provincia de Córdoba en conocimiento de lo que sucedía decidió pasar a este policía a situación pasiva, retirándole el arma reglamentaria y la credencial.
El policía en cuestión también prestó servicio en San Francisco, luego fue trasladado a Miramar y posteriormente a la comisaría de Balnearia.
“Existen elementos suficientes para ordenar la detención. El delito del que se lo acusa es castigado con una pena que va de los 2 a los 6 años de prisión y contempla la inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer cargos públicos”, informaron desde la fiscalía.

