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El secretario general de ATILRA Seccional Brinkmann, Fernando Daniele, habló con AM 1530 sobre la actual situación de la planta láctea San Lucio, de Morteros. Unos 50 empleados están en una situación complicada.
La empresa “les vino haciendo retenciones a los trabajadores, por la obra social, y nunca se los depositó a ATILRA; con el gremio tienen una deuda muy importante, pero ATILRA nunca cortó la atención en salud”.
Daniele resaltó que la empresa “se quedó con ese dinero”.
Hace unos meses, “la empresa apareció con un nuevo dueño (Juan Manuel Capafons) y les pagaba a los trabajadores”, pero en el último tiempo “empezó a desaparecer la leche, desaparecieron los dueños e hicieron un abandono total de la empresa”.
Hace unos días, tras una charla y una exigencia, la empresa depositó 70 mil pesos a cada trabajador. El resto de la deuda se cubriría con el dinero que ingresaría de la venta “de unos quesos de la fábrica”. Ese dinero “llegaría la semana que viene”, agregó el dirigente de ATILRA.
“Hoy, la realidad es peor”, porque la fábrica “está completamente parada”, remarcó. Además, “los productores tampoco cobraron”, apuntó.
Ante esta situación, una chance de reflotar la actividad guardaba relación con la visita de inversores privados, de Villa María puntualmente, a la fábrica: “les gustó y teníamos la intención de hacer una cooperativa de trabajo, pero no es fácil, ya que la empresa está concursada y no se puede tocar nada”.
Además, “los Tribunales de San Francisco están en feria”.
Los potenciales inversores “van a esperar”, porque “quieren tener los papeles bien claros sobre la mesa”.
Hoy por hoy, están viendo la posibilidad de gestionar subsidios: “por lo menos por 90 días, mientras tanto se pueda resolver, o no, la cuestión legal”. Hay “incertidumbre y tristeza, y los compañeros la están pasando mal”, aseguró Daniele.
No obstante, según comenta Daniele, tras un diálogo con el actual dueño, éste manifestó que “en febrero tendría un dinero y podría poner otra vez la empresa en marcha”.
En tanto, los dueños anteriores, “la familia Marenchino, está completamente desaparecida: dejaron cincuenta familias al azar y desaparecieron”.
El traspaso de un dueño a otro se hizo aproximadamente un año, pero “todos sabemos que la elaboración la manejaba Marenchino”, aunque “el que la vende es Capafons”.
“Creo que el responsable cien por cien de todo esto es la familia Marenchino, lo tenemos claro”, expresó Daniele, y advirtió: “si bien esto se logre solucionar, veremos más adelante qué decisión tomamos, en lo legal, hacia esa familia”.
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