Con AM 1530 dialogó Tomás Boschetto, nacido en Zárate e hijo de morterenses. Tiene 25 años e integra un equipo de profesionales que lleva adelante el proyecto desde hace un tiempo. Tomás es egresado de la Universidad Nacional de La Plata, como ingeniero aeronáutico, y actualmente estudia una maestría en Suiza.
Tomás explica que el desarrollo de la nave comenzó hace un año y medio, en el marco de una competencia llamada Open Space.
“El equipo multidisciplinario está compuesto de nueve estudiantes/jóvenes profesionales de universidades de Argentina, El Salvador y Suiza (algunos se conocieron en la Universidad Nacional de La Plata y otros se sumaron por interés personal a través de las redes). El certamen en el que fuimos premiados en Dubai se llama T-tec y lo organiza Leonardo, una empresa italiana del sector aeroespacial. En ambos concursos obtuvimos el segundo puesto”, recordó Tomi en AM 1530.
Tomás es ingeniero aeronáutico de la Universidad Nacional de La Plata y en este momento estudia en el politécnico federal de Zürich (ETH Zürich). Sus padres, María Rosa Garnero y Daniel Boschetto son de morteros, pero por cuestiones laborales terminaron viviendo en Zárate, en la provincia de Buenos Aires, donde Tomás nació hace 25 años.
Hace unos días, el proyecto recibió un premio en Dubai, por parte de la empresa italiana aeroespacial Leonardo.
Qué contempla el proyecto
“La nave tendría la capacidad de llegar a la órbita de la luna, a unos 100 kilómetros, y desde ese punto arrojar sobre la superficie de la Luna una estructura especialmente preparada para recibir impactos”, y esto permitiría “colocar dentro de la estructura una carga, que llegue desde la Tierra hasta la Luna de una forma mucho más fácil y económica”. Tiene 34 centímetros de altura.
Se trata de una nave espacial pequeña y “una vez que lo hagamos, podemos pensar en algo mucho más grande”. En tal sentido, “hemos desarrollado un trabajo técnico bastante interesante y es un proyecto bastante complejo; hemos fabricado algunos modelos y les hemos hecho ensayos de choque, de los que obtuvimos datos para mejorar el diseño”.
La Universidad Nacional de La Plata facilitó material e instalaciones para hacer esas pruebas.
Ahora “depende del nivel de apoyo que tengamos y cuánto tiempo podamos comprometer nosotros”, pero para poder poner en práctica realmente “habría que hablar de unos tres años, aunque podría llevar más tiempo”.
“En este momento estamos buscando interesados”, concluyó.