Tras una pausa por la pandemia, donde la circulación había mermado, “se vuelven a ver esas falencias”, señaló Walter Racca, director de Inspectoría del Municipio, quien agregó que esas falencias también se deben “al gran crecimiento de la ciudad, con más población y más vehículos”.
En tal sentido, hay un crecimiento en las multas labradas y de reclamos por el incumplimiento de lugares de estacionamiento permitidos. Esto tiene que ver “en primer lugar con una falta de empatía y de respeto hacia el otro”, resaltó.
Incremento de pedido de lomos de burro
“Lo define Obras Públicas, pero no se puede tapar la ciudad de lomos de burro”, porque “además termina señalando la falta de cultura de tránsito de la ciudad”.
Presencia y capacitación de vigías
“La presencia ayuda mientras están, pero cuando se van vuelve todo a la normalidad. No pueden estar presentes las 24 horas porque no está ese recurso”, explicó. Para el movimiento que tiene Morteros, “estamos con personal acotado”.
Racca indicó que los vigías “tienen que conocer fundamentalmente la ley provincial de tránsito y las ordenanzas locales, que son un complemento”.
El funcionario reconoció además que “la saturación del personal es real, porque es un trabajo que expone mucho a la persona en la calle”.
Estacionamiento cerca de las esquinas
“La ley de tránsito marca una distancia segura (10 metros), hacia lo que es la ochava, por más que no esté pintado de amarillo”, detalló.
Además, respecto de las motos, éstas no pueden estacionarse en todas las esquinas, salvo que una dársena específica lo indique: “las motos tampoco están permitidas en las veredas”.
Controles de tránsito
“Los únicos habilitados por la ley son los vigías. Conos, vallas o sogas son suplementos”, aclaró.
La consulta por el uso de la soga surge por un accidente ocurrido semanas atrás sobre calle Olmos, donde una motociclista, junto a una menor, se llevó “puesta” una soga que atravesaba la calle.
“La chapa en esa soga estaba”, aunque no había conos en la esquina (se ponen habitualmente cuatro metros antes de la soga).
Racca reconoció que la soga “no es el mejor mecanismo, pero la gente desoye las órdenes del vigía”. Además, a veces, “a los conos los pasan igual”.
Control en las escuelas
Idealmente, no debería haber controles, pero “si no está un vigía, se saturaría todo y no estamos preparados para eso”. En esa línea, y parafraseando al profesional especialista en tránsito, Horacio Bota Bernaus, “el tránsito tiene que fluir con las reglas de tránsito normal y si hay que buscar a un chico, se estaciona donde se debe estacionar”.
“El accidente es una combinación de factores”, pero principalmente se dan por “el exceso de velocidad y falta de atención en el manejo”.
Uno de los últimos accidentes ocurridos en la ciudad (hay prácticamente uno por día) dejó como saldo, pasados unos días, el deceso de una menor de 9 años. El choque entre la bici (guiada por la menor) y una moto se había producido en Ayacucho y Perón (al parecer, la bici se movilizaba por Ayacucho y la moto por Perón), y la motocicleta, según datos aportados por testigos, circulaba a alta velocidad.