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La actividad de la jineteada, es un deporte de riesgo, entendiendo que el jinete que sube a montar, sabe que se expone a heridas, contusiones, quebraduras y lesiones invalidantes. Con los antecedentes recientes, queda claro que la muerte también ingresa en el terreno de las posibilidades.
Lo sucedido, el sábado por la noche en San Luis, con el jinete de 22 años, Facundo Villarruel, es un caso testigo, de lo que abordamos. Montó por primera vez el caballo que traería un cambio en su vida.
En recuperación, Facundo comentó en la tarde de AM 1530 “el caballo dió un salto para adelante, no quiso moverse y me agarró la rodilla. Me la fracturó con mucha pérdida de sangre, encima me trasladaron a dos hospitales, hasta finalmente traerme acá, donde estoy. Estaba consciente hasta entrar al quirófano”.
El joven de Isla Verde, sufrió la amputación de la pierna izquierda, producto de la gran pérdida de sangre, tras el incidente. Hasta el lunes próximo seguirá en el Hospital, internado. Facu en recuperación remarcó “estoy muy agradecido por la cantidad de gente que llamó, ofreciendo lo que necesite, pero ahora no te puedo decir. ” Confirmó que antes de montar, dejó sus datos para el seguro.
El evento ícono de Córdoba “Jesús María” ya anunció más medidas preventivas para los jinetes “deberán usar obligatoriamente casco y chaleco protector. La decisión se tomó para evitar accidentes trágicos, como la muerte de Norberto Cossutta en enero de 2020, que falleció aplastado por su caballo.
El espectáculo es seguido por muchos adeptos, pero nos debemos además un abordaje completo, la protección al caballo, en los casos de muertes o incapacidades, activando repudios a la actividad, por maltrato de animales que son guiados al lugar por los humanos pensantes.
Facundo empezará una nueva etapa de vida, mientras los eventos de destrezas continúan. Confiamos que el tiempo traerá una nueva mirada sobre el animal y su jinete, por añadidura modificará las condiciones para ambos.
Fotos Ilustrativas