Llegar a viejos no suele estar en los top ten de los sueños de las personas, así mismo, al presentarse algunas circunstancias, es muy probable que en algún momento nos encontremos convertidos en personas mayores.
Aspirar llegar a la vejez conlleva considerar varios aspectos que componen nuestros hábitos diarios, con solo detenernos conscientemente para observar y analizar, nos daremos cuenta que cada acción antecede una elección que conlleva una futura consecuencia.
Contamos con ventajas, sobre las cuales, los anteriores y actuales viejos desconocían.
Hoy tenemos la posibilidad de acceder y conocer investigaciones científicas e incluso experiencias de vidas, que demuestran que existen factores que pueden favorecer en el proceso de alcanzar una mejor forma de vida posible.
Si bien reconocemos que los años nos pasan, como solemos decir, volando. No llegamos a ser viejos de la noche a la mañana. Adquirir sabiduría, humor, vitalidad, valentía, entre otras cualidades, ayudan a alcanzar un mayor goce de la realidad, mientras vamos camino a…
¿Seremos capaces de proyectar una perspectiva que convierta nuestra última etapa de la vida, en los mejores años para disfrutar de quienes somos y lo que hacemos?
Es necesario conocer que Argentina es uno de los países en suscribir la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, la que expresa “Reafirmando la universalidad, indivisibilidad, interdependencia e interrelación de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, así como la obligación de eliminar todas las formas de discriminación, en particular, la discriminación por motivos de edad.”
En ocasiones podemos ver como la vida explica lo que leemos, entonces, lejos de ser como un juego de azar, la vejez es una construcción social donde cada uno puede generar un cambio que nos beneficie y repique favorablemente a alguien más.
Por Luciana Villagra desde Con Vos/z Mayor
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