El poder personal de reinventarse y descubrirse

De tambero a herrero, por la circunstancia de la vida demostró siempre talentos. Se trata Miguel Ángel Gotta quien por un accidente laboral, le amputaron el brazo derecho, siendo diestro se adaptó a la situación con el poder genuino de los victoriosos.

-“A los 29 años tuve el accidente. Me cortó el brazo, una moledora de fardos. Seguí en los tambos y desde hace 14 años, estoy con mi taller de herrería en Morteros” sostuvo para AM 1530.

La incertidumbre fue grande, acerca del futuro laboral, pero con el ingenio a full, logró la adaptación y en la actualidad es uno de los más reconocidos en el rubro. “En ese momento las dudas pasaban como iba a escribir, trabajar, abrazar a mis hijos, pero al poco tiempo te das cuenta que lo mismo se puede, que tenemos que reinventarnos” señaló.

Empezó con artesanías pequeñas con soldadura, reflejan los inicios “esperaba a los clientes que lleguen, cuando llegué a Morteros del campo. Y de a poco logré hacer buena clientela. Trabajo en obras medianas, con un arquitecto, Darío Sella” destacó, secundado por dos asistentes.

Todo se puede “con el apoyo de mi familia, conocidos y clientes” remarcó en el mediodía de AM 1530.

Acerca de la asistencia de la ortopedia, Miguel lo desestimó “Me parece una incomodidad, y además no me quedó un muñón en el hombro, tendría que sujetarlo con un armés”.

Comentó además “la sensación del miembro fantasma, la sentí hasta seis o siete meses después del accidente, con dolor, picazón, ardor, se me acalambraba la mano que no tengo. En la actualidad siento el brazo que lo tengo doblado con la mano en el pecho. Cuando me acuerdo” describió Miguel.

El fracaso no es caer, sino negarse a levantarse