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Antes de la sustracción atendían con la puerta abierta, pero “ahora, a partir de hoy, atenderemos todo el día detrás de las rejas”, aseguró la comerciante de calle San Lorenzo en diálogo con AM 1530.
Según relatos de la dueña del kiosco, dos menores ingresaron al local alrededor de las 17, preguntando a la madre por ella, y luego se retiraron.
Poco después sintieron un ruido: “fuimos a ver y el menor había entrado, para llevarse la caja registradora; con la cámara vimos que eran dos y habían hecho inteligencia”.
En la caja solo había unos 300 pesos y llaves de candados.
Tras dar aviso a la Policía, el personal actuante halló en cercanías la caja registradora y aprehendió a un menor. El otro, aún no fue identificado.
La mujer destacó que los mismos menores, la semana anterior, “le vinieron a pedir mil pesos a la vecina y temblaban”. Usan el dinero “para comprar droga”.
La comerciante afirmó estar “con mucho miedo y lamentablemente llegamos al extremo de atender por la ventana”.
Hace unos 30 años que tiene allí el local comercial y años atrás fueron víctimas de otros hechos delictivos: “por eso pusimos rejas, después alarma y ahora una cámara”.
“Los vecinos se han portado muy bien”, expresó en agradecimiento.
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