“Lo que hacemos y expresamos en la construcción social”

Hay cosas que consideramos buenas, sin embargo, nos dañan a largo plazo, tal vez se podría repensar más conscientemente que estamos haciendo mediante nuestras acciones y expresiones cotidianas. Es probable que requiera ir más lento, y, en consecuencia, con el tiempo podamos ver el resultado de la cosecha de ciertos aspectos que se han tenido en cuenta.

¿Hablamos poco y hacemos mucho o hablamos mucho y hacemos poco? Como dice el refrán popular “Del dicho al hecho, hay un largo trecho”.

Será cuestión de ver por donde comenzar e ir por una cosa a la vez. Comprendiendo que la humanidad es heterogénea, resulta menos complejo aceptar que no hay dos personas iguales, que cada uno de nosotros es único, donde las experiencias de vida también son individuales.

Sabemos que la esperanza de vida se prolonga cada vez más, por lo que es probable que vivamos muchos más años siendo viejos, expresando y haciendo cosas por elección y a nuestro estilo. ¿Te pusiste a pensar que significa para vos vivir más años en la vejez?

Algunos de nuestros roles sociales se extenderán en el tiempo, como ser el de hijos, padres, abuelos, nietos, esposo/a, y algún otro más también. Por lo que nuestras acciones y modos de expresarnos nos irán acercando o alejando de quienes integran nuestra red social.

Si hay algo que considero revolucionario, es el hecho que hoy todo el mundo puede contar el relato de su historia, que de alguna forma invitará a la interacción mediante el diálogo, confrontación o silencio del contexto sociocultural. Todo lo que suceda es la consecuencia de la construcción social que creamos y de la que somos partícipe ya sea mediante la acción o pasividad.

Esta situación plantea nuevos desafíos para la política de familias y los sistemas de protección social. Lo que implica la necesidad de tratar los temas del envejecimiento y el cuidado como un asunto trascendental del quehacer público y privado.

Sí, corresponde apelar al compromiso familiar y social, donde se desarrolle la capacidad de brindar apoyo, contención, atención y cuidados a las personas envejecientes. Además de revalidar lo que establece la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores que implica promover y proteger los derechos establecidos para una mayor calidad de vida en la comunidad.

Por Luciana Villagra

Columnista de “Con Voz/s Mayor” y “Palabras en común” en AM 1530